Misión OceanX estudia las profundidades del mar, el hábitat menos explorado de la Tierra

Viernes, 6 de septiembre del 2024 / Fuente: Cubadebate / Autor: Cubadebate

En una mañana cálida de junio, un barco de investigación privado de 87 metros de eslora partió desde los acantilados verdes sobre el mar de las Azores.

El OceanXplorer, el buque insignia del proyecto OceanX, surca el agua y parece un gran yate modificado, con una plataforma para helicópteros en la proa y un par de sumergibles amarillos cerca de la popa. Bajo la superficie, el casco del buque está equipado con un sonar de alta resolución para cartografiar el terreno submarino.

A bordo, había casi 70 miembros del equipo, incluida la bióloga de tiburones Melissa Márquez, quien creció en México; la investigadora de aguas profundas Zoleka Filander, ecóloga sudafricana que ha descubierto gran cantidad de especies nuevas de invertebrados; el inventor de tecnología oceánica Eric Stackpole, veterano de la NASA y cofundador de una empresa de robótica submarina, y dos científicos invitados de la Universidad de las Azores, de Portugal: Jorge Fontes y Pedro Afonso, quienes desarrollaron un identificador que rastrea los tiburones y produce video.

Además del helicóptero y los submarinos burbuja, que pueden sumergir a los exploradores hasta 1 000 en el agua, el buque transporta un vehículo operado a distancia o ROV para grabar a mayor profundidad, además de sus propios laboratorios húmedo y seco, y una mesa de visualización holográfica para que los investigadores desarrollen modelos aparentemente elaborados para la televisión con la información que reúnen sobre las aguas profundas.

Hay más de 3 000 aparatos de iluminación de calidad cinematográfica en todo el bote.

En 2018 se formó el grupo OceanX, lleno de amantes de los mares con la meta de “explorar el océano y devolverlo al mundo”.

OceanX se inspira en el trabajo de Jacques-Yves Cousteau y Louis Malle, quienes lanzaron en conjunto la versión cinematográfica del libro mejor vendido de Cousteau, El mundo del silencio, hace casi 70 años.

El documental se encontraba entre los primeros largometrajes filmados a color bajo el agua y despertó el interés de todo el mundo en el océano. Eso incluyó a Ray Dalio, a quien le fascina el trabajo de Cousteau y comparte ese entusiasmo con su hijo.

Según Dalio, a la era moderna le hace falta El mundo del silencio actualizado. Hay nuevas tecnologías a punto de revelar descubrimientos científicos, necesitan fondos. Esto significa que la gente debe preocuparse por ellos y exigir que se pase a la acción.

Impulsar eso con una serie de seis episodios de 30 minutos o más podría sonar un poco exagerado, pero, según lo que revelan las imágenes, cada viaje puede llevarnos a descubrimientos más sorprendentes.

Durante los últimos años, sus investigadores han obtenido imágenes espectaculares de orcas cazando ballenas jorobadas y grabaron un audio por separado de cómo las ballenas jorobadas macho podrían usar el terreno submarino para amplificar sus cantos de apareamiento. También han captado imágenes muy poco comunes del calamar Dana en su hábitat natural.

Con 87 metros de eslora, el OceanXplorer es un antiguo buque de prospección de petróleo noruego conocido como Volstad Surveyor, que se sometió a dos años de reconstrucción en un astillero holandés. Hoy es uno de los buques de investigación más avanzados del mundo y cuenta con dos sumergibles. Foto: OceanX.

La mayoría de la narrativa que se comparte ahora es “el obituario del océano”, comenta Philippe Cousteau, Jr., cineasta, explorador y nieto de Jacques-Yves Cousteau.

Es el mayor hábitat de la Tierra, que comprende más de 95% del océano, y aun así es el menos explorado.

En la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el océano, en 2017, una coalición internacional de científicos anunció su intención de utilizar un sonar multihaz para elaborar un mapa detallado del fondo marino en su totalidad para 2030.

Cuando se presentó por primera vez la iniciativa, solo se había cartografiado un 6% del lecho marino con una resolución adecuada. La cifra ahora alcanza un 25% y cada día se añade más terreno.

El esfuerzo puede revelar un mejor entendimiento del lecho marino. Sin embargo, cuando se trata de conservación de los océanos, los investigadores enfrentan el desafío adicional de intentar proteger un ecosistema que aún no se ha analizado bien.

Todavía falta por clasificar la gran mayoría de especies en el océano (según un cálculo, más de 90%). En lugar de solo catalogar descubrimientos, las entidades de exploración de los océanos también se han esforzado por transmitir mejor las maravillas de lo desconocido.

Sumergible. Foto: OceanX.

Dalio, el cofundador de la organización sin fines de lucro, explica que quiere que los OceanXplorers “sean un lanzamiento, no solo de una serie, sino de una nueva percepción y un entusiasmo por el océano”.

Añade que quiere “crear una ola” que involucre a otras personas para trabajar en conjunto. Si eso puede suceder, explica, “en realidad estamos a punto de entrar en una edad de oro de la exploración oceánica”.

(Tomado de National Geographic en Español)



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