Sistema de Naciones Unidas coopera con Cuba para avanzar en proyectos de transición energética

Lunes, 23 de septiembre del 2024 / Fuente: Cubadebate / Autor: Deny Extremera San Martín, Enrique González Díaz (Enro)

 
Durante el Tercer Salón Internacional de Energías Renovables y Eficiencia Energética, en Pabexpo, el coordinador residente de Naciones Unidas en La Habana, Francisco Pichón, y el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fernando Hiraldo del Castillo, hablaron sobre la cooperación con Cuba en esa área, estratégica en la consecución de un desarrollo sostenible y en la transformación productiva.

Uno de los temas claves en la tercera edición del salón ha sido la estrategia cubana para una transición energética, con la promoción e implementación de proyectos con base en fuentes renovables de energía (FRE), fundamentalmente en las áreas solar y eólica.

El coordinador residente declaró que para el Sistema de Naciones Unidas (SNU) la transición energética “es parte fundamental, un requisito esencial de la transformación productiva al nivel y escala que el país requiere”.

Explicó que el marco de cooperación del SNU en Cuba es amplio, con cuatro áreas de resultados: gobierno eficaz, transformación productiva, gestión de riesgos y sostenibilidad ambiental, y desarrollo humano con equidad, “alineadas con el plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030, pues nuestras áreas de cooperación están focalizadas en las prioridades del país”.

En ese contexto se inserta la transición energética, un área en que las agencias de Naciones Unidas han movilizado 22.4 millones de dólares como parte del marco de cooperación con Cuba.

“Es un aporte aún modesto en relación con el desafío, porque Cuba tiene como meta hacia 2030 que alrededor del 24% de su generación eléctrica provenga de fuentes renovables de energía”, comentó Piñon.

“El financiamiento es una necesidad. Las sanciones pesan en las restricciones que Cuba enfrenta en la financiación para el desarrollo en todas las áreas, incluida la de las FRE y la transición energética, pero lo interesante de este tema es que es un punto de entrada para modos de financiación innovadores”, consideró.

Según el coordinador residente de Naciones Unidas, hay una gran oferta de financiamiento climático al cual Cuba puede tener acceso, que no está afectado por las sanciones.

“Muchas de las agencias del sistema de Naciones Unidas acreditadas ante el Fondo Verde para el Clima, el Fondo de Adaptación, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), están accediendo a esos recursos. Es una parte también importante de nuestro marco de cooperación, aunque no todo es energías renovables”, dijo.

Piñón destacó que, además de la financiación o los recursos que el SNU puede movilizar de socios como la Unión Europea −que aporta un 24% de la financiación bajo el marco de cooperación 2020-2025−, otra fuente relevante es la inversión extranjera.

“De ahí la importancia de un evento como este salón, donde hay expositores interesados en hacer negocios con Cuba en esta área de inversión. Porque sí, es un área de inversión”, afirmó.

Para desarrollar la infraestructura y los servicios de apoyo a la transición energética −sostuvo el funcionario de Naciones Unidas−, “se requiere inversión. La movilización de recursos a través de proyectos de cooperación es una parte muy pequeña, casi siempre encaminada a desarrollar pilotos o prototipos que después requieren de una inversión”.

Al destacar la importancia de la Conferencia sobre Financiamiento para el Desarrollo, celebrada en mayo pasado en La Habana, recordó que asistieron instituciones financieras regionales como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), y agencias bilaterales como la Agencia Francesa de Desarrollo, que tiene presencia en Cuba, incluido el campo de la transición energética.

El proyecto FRE local ha instalado 150 sistemas basados en fuentes renovables de energía para facilitar el acceso de personas de comunidades aisladas a ese recurso. Foto: PNUD.

“Fue un foro muy importante, un primer acercamiento, tanto para las autoridades del país como para las instituciones financieras, que permitió reconocer las limitaciones existentes debido a las sanciones, pero también el enorme trabajo que hay que hacer para emprender transformaciones en algunas políticas y abrir espacio a modos de financiamiento que en este momento no son posibles”, afirmó.

“La de transición energética es un área interesante, porque hay interés internacional. Lo vemos aquí, en el Tercer Salón de Energías Renovables. Este es un evento que ha sido patrocinado por la UE y hay muchas experiencias aquí de las cuales podemos aprender y adaptarlas al contexto cubano.

“Siempre digo que las sanciones pesan, sin duda, pero hay también un espacio para adaptar las políticas y la forma de hacer las cosas a ese contexto adverso, y en algunas áreas pienso que Cuba ya está cosechando resultados”, concluyó.

“La transición energética es una prioridad absoluta dentro de nuestro programa de país, estamos muy alineados con las prioridades nacionales”, dijo a Cubadebate el representante residente del PNUD en Cuba, Fernando Hiraldo del Castillo. Foto: Enrique González Díaz (Enro).

PNUD: Acceso a energía en comunidades remotas y apoyo a transición energética

 

Al abordar en diálogo con Cubadebate el trabajo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en el área de las energías renovables y la eficiencia energética en Cuba, el representante residente de esa agencia, Fernando Hiraldo del Castillo, precisó que hay dos prioridades fundamentales.

La primera línea de intervención, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), es “asegurar que haya un acceso igualitario a la energía y, por tanto, buscamos trabajar en comunidades remotas para proveer acceso a la energía mediante sistemas fotovoltaicos.

“Con intervenciones de ese tipo, conseguimos mejorar la calidad de vida de esas familias e introducir elementos de producción mediante las energías renovables”, dijo el funcionario de la ONU.

En esa línea, que incluye la promoción del uso de las fuentes renovables de energía, la transferencia de tecnologías y el fomento de la innovación para el desarrollo productivo en comunidades rurales, se ha dado acceso a energía limpia mediante la instalación de sistemas fotovoltaicos autónomos a 2 570 familias en comunidades aisladas en 13 provincias cubanas.

En uno de los proyectos, FRE local, la Unión Europea, el PNUD e instituciones cubanas como la Universidad de Sancti Spíritus, la Unión Eléctrica y Gobiernos territoriales trabajan para ofrecer acceso a los servicios energéticos mediante fuentes renovables de energía y prácticas de eficiencia energética a personas en comunidades vulnerables y entornos con potencialidades para el desarrollo local.

FRE local ha facilitado la instalación de unos 150 sistemas basados en fuentes de energía renovable en sitios aislados de cuatro provincias del país, algo que también posibilita que los pobladores puedan insertarse en los entramados productivos locales.

FRE local: 150 sistemas fotovoltaicos, ocho comunidades aisladas de Cuba, 22 000 litros de diésel se han dejado de consumir, se dejaron de emitir a la atmósfera 58 toneladas de CO2 equivalente, 274 personas en comunidades aisladas pueden mejorar su calidad de vida (Fuente: PNUD).

Al abordar el segundo eje de trabajo del PNUD, ligado a la estrategia nacional para la transición energética y la aplicación de mecanismos innovadores de financiación, Hiraldo del Castillo subrayó que cualquier proyecto relacionado con ese objetivo requiere de “importantes inversiones”.

“Es fundamental para nosotros ofrecer a Cuba, sobre la base de lecciones aprendidas a nivel regional, el conocimiento de qué mecanismos innovadores de financiación pudiera haber, teniendo en cuenta el sistema cubano de financiación, para que las inversiones que consigan grandes volúmenes financieros puedan llegar eventualmente al país y acometer proyectos estratégicos importantes”, dijo.

“En el primer eje estamos hablando de comunidades remotas y, por tanto, con un alcance más limitado de los proyectos, más pequeños.

“El segundo eje, vinculado con la implementación de mecanismos innovadores de financiación, tiene que ver, sobre la base de identificar experiencias piloto pequeñas, cómo se pueden ir escalando para eventualmente conseguir implementar proyectos más ambiciosos que permitan instalar un mayor número de megavatios en la red nacional”, declaró Fernando Hiraldo del Castillo, representante residente del PNUD en Cuba.

El representante del PNUD explicó que “lo que estamos intentando hacer es, en función de nuestra asociación con el Ministerio de Energía y Minas, definir dónde el ministerio considera que podemos ser de mayor utilidad.

“Hasta ahora, esa conversación se ha centrado en el acceso a la energía en comunidades remotas. Ahora, de manera muy intensa, sobre qué mecanismos innovadores de financiación pudiera haber”.

“Instalar capacidades de generación de miles de megavatios requiere inversiones sustanciosas. Entonces, ¿mediante qué mecanismos de financiación podemos hacerlo para asegurarnos de que haya una complementariedad entre las necesidades del país y la capacidad de traer inversión?”, dijo Fernando Hiraldo del Castillo, representante residente del PNUD en Cuba.

Agregó que, mientras el PNUD trabaja con los mecanismos de financiación, el Minem se encarga de los proyectos específicos.

“La idea es que a través del mecanismo de financiación se puedan encontrar opciones para implementar grandes proyectos y que el Minem, dentro de su cartera de proyectos, pueda decidir, en función de los mecanismos innovadores de financiación, cuál pudiera ser el más habilitado para un proyecto en específico”, dijo.

Agregó que actualmente las partes analizan mecanismos, plataformas mediante las cuales se podrían ofrecer los mecanismos innovadores de financiación para proyectos más ambiciosos.

“Actualmente, es aún una conversación. La intención es empezar el mecanismo de forma piloto, explorar qué tipo de financiación para proyectos específicos puede haber. Del éxito que se pueda tener en la financiación de esas experiencias piloto, intentar ir a un nivel más ambicioso, escalable, con mayor número de megavatios”, precisó.

Hiraldo del Castillo, que calificó de “muy buenas” las expectativas de cooperación, se refirió también a la gestión de desechos y su aprovechamiento en el ámbito energético.

“Hay toda una línea de trabajo para ver cómo se puede utilizar, por ejemplo, el desecho de la caña para generar biomasa y electricidad. Hay otros puntos que pueden estar relacionados con la gestión de residuos sólidos asociada a la generación de energía”, dijo.

“Hay bastantes líneas de trabajo abiertas y que poco a poco requieren de concreción para, eventualmente, aterrizar proyectos concretos que generen energía. Pero, definitivamente, la utilización de residuos para la generación de energía es una de las líneas de conversación con el Citma y el Minem”.

 

 

 



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