La Universidad de Sancti Spíritus (UNISS) José Martí Pérez inauguró el 25 de julio un Área de Fabricación Digital, (FabLab, por sus siglas en inglés) donde desde enero de 2024 desarrollan prototipos que beneficiarán a la agricultura y otros sectores, además de potenciar el desarrollo científico de los jóvenes.

El pasado 25 de julio de 2024 fue inaugurada el Área de Fabricación Digital.

El Dr. C. Luis Alberto Quintero Domínguez, jefe del Departamento de Informática y líder del área, comentó a Juventud Técnica que en el periodo de la pandemia de covid-19 tres profesores comenzaron a interesarse por aspectos relacionados con el internet de las cosas y la inteligencia artificial, y cómo podía ser útil para la universidad y la provincia.

“Desde entonces un grupo de profesores del departamento comenzamos a trabajar en estas temáticas. Nuestro primer prototipo fue hecho de cartón, con algunos sensores y componentes electrónicos que teníamos a mano. No sabíamos ni siquiera qué era un FabLab.”

Lo que hace unos años fue un sueño, hoy se materializa. Los jóvenes de la UNISS ya tienen un local para la fabricación digital y muchos se han incorporado con la motivación de investigar. Actualmente más de 15 profesores y 20 estudiantes contribuyen al desarrollo del área.

“El prototipo en el que hemos estado trabajando es el de la idea inicial, una red de sensores que permiten monitorear las variables climáticas en los cultivos. Es el más acabado que tenemos, aunque todavía queremos realizar varios experimentos. Ya lo probamos y realiza la función inicial que deseamos, que es el monitoreo y recolección de datos.

“El prototipo más avanzado que tenemos es una red de sensores que permiten monitorear las variables climáticas en los cultivos”, señaló el Dr. C. Luis Alberto Quintero Domínguez. (Foto: cortesía de FabLab)

“Ahora comenzaremos a trabajar, en una segunda etapa, con los actuadores para lograr que no solo se midan datos, sino que cuando el agricultor determine que sea necesario regar el cultivo lo pueda indicar desde su teléfono celular, señaló Quintero Domínguez.

Próximamente comenzarán  un proyecto para monitorear las condiciones en las que se produce biogás en el Centro de Estudios de Energía y Procesos Industriales de la casa de altos estudios espirituana.

Gracias a la colaboración con una universidad alemana lograron adquirir una impresora 3D, donde han estado imprimiendo las protecciones, la carcasa de sensores y otros diseños de prototipos. Sortean las dificultades para acceder a las materias primas y hasta el momento utilizan filamentos de PETG y de PLA (*).

Gracias a la colaboración con una universidad alemana lograron adquirir una impresora 3D. (Foto: Adriana Alfonso Martín)

“La idea del FabLab es no quedarse en la universidad, sino vincularse con las entidades del territorio y del país. Varios agricultores están interesados en nuestros proyectos y desde que surgió el primer prototipo hemos estado colaborando con la empresa La Quinta”, acotó el doctor en Ciencias.

El Área de Fabricación Digital cuenta con un taller de eléctrica y otro de mecánica. Además, tienen un aula para socializar y hacer tormentas de ideas, realizar sus sesiones científicas e impartir clases a estudiantes de Ingeniería Informática.

El grupo de jóvenes que integran el FabLab espirituano pretenden en los próximos meses mostrar sus primeros resultados en eventos científicos.

* El PETG, también conocido como filamento de polietileno, es un copoliéster termoplástico creado a partir de la adición de glicol al PET (Tereftalato de polietileno) con el objetivo de mejorar algunas de sus propiedades. Por su parte, el filamento PLA, ácido poliláctico, es un termoplástico fabricado a base de recursos renovables como el almidón de maíz, raíces de tapioca o caña de azúcar.