Con respecto a la teoría de la colisión planetaria que formó la Luna

Miércoles, 22 de noviembre del 2023 / Fuente: Red Cubana de la Ciencia / Autor: Redciencia

La hipótesis de que la Luna terrestre se formó a partir de una colisión del protoplaneta Tierra con otro del tamaño de Marte, ha sido debatida y generalmente aceptada por la ciencia astronómica, aunque subsisten otras opiniones.  La idea original del impacto gigante se basó en cálculos derivados de la rotación del satélite y sobre su composición binaria. 

El concepto es que aquel choque fracturó La Tierra primitiva, al punto que muchos fragmentos salieron desprendidos hacia el espacio, los cuales formaron un anillo giratorio que con el tiempo se consolidó en una sola Luna. 

Con respecto a este tema, en días recientes la revista Nature (Nov. 1, 2023)  publicó un artículo que de cierto modo apoya dicha teoría, según el cual, dos inmensas “masas anómalas” situadas a unos 2900 km bajo la superficie terrestre,  las cuales se detectan en las tomografías sísmicas del manto de la Tierra, pudieran ser fragmentos del planeta que colisionó, los cuales fueron eventualmente absorbidos y sepultados en el manto.  Estas dos masas anómalas se encuentran debajo África y debajo del océano Pacífico, incrustadas en las profundidades del manto de la Tierra.  Estas masas, denominadas LLVP, se detectaron por primera vez en la década de 1980, y se caracterizan porque las ondas sísmicas viajan a menor velocidad cuando las atraviesan.

Los autores del estudio sugieren que estas anomalías pueden ser los restos de un planeta desaparecido denominado “Theia”, cuyo destino final, según estos autores, se definió al  estrellarse contra la Tierra, hace unos 4.5 mil millones de años, poco después de formado el Sistema Solar. Esta teoría también se apoya en la composición binaria de las rocas lunares, que tienen similitudes con las rocas terrestres, pero con ciertas diferencias que se explican suponiendo que en su conformación estuvo involucrada otra fuente de materiales.  En definitiva, los investigadores suponen que han encontrado restos de Theia en el interior del manto terrestre.  Seguramente estas ideas darán lugar a nuevas investigaciones, que pudieran dirigirse al estudio de las rocas que forman los “traps” (enormes derrames de lava profunda), y hacia los magmas que forman las islas de algunos archipiélagos como Galápagos y Hawai, cuyo origen está en fundidos provenientes del contacto manto-núcleo terrestre.  En el Caribe existen lavas basálticas también provenientes del manto profundo, que pudieran ser otro objetivo de investigación.

Vea también https://www.gtd.es/es/blog/mision-theia-en-busca-del-planeta-perdido

y  https://cnnespanol.cnn.com/2023/11/04/restos-theia-antiguo-planeta-tierra-luna-trax/



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