Entre las líneas de trabajo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB) se encuentra el control de plagas y agentes fitopatógenos, la transformación genética de plantas, además del diseño y obtención de enzimas para uso industrial.

De acuerdo con Prensa Latina, dicha institución ratificó recientemente su interés de mantener su plan de investigaciones dirigido al desarrollo de la agricultura en el país, a través de la red social Twitter.

En ese sentido, subraya PL, el CIGB se enfoca en el mejoramiento genético del maíz, la soya, el frijol y la caña de azúcar; además, sus expertos desarrollan moléculas para la protección de los cítricos contra la enfermedad denominada Huanglongbing, plantas como biorreactores, genómica funcional de estas y el uso de elicitores de su sistema defensivo.

En específico, uno de los productos con mayor impacto es el nematicida biológico Hebernem, el cual se considera un estimulante en el desarrollo de los cultivos y el crecimiento vegetal, porque optimiza el aprovechamiento de la materia orgánica por las plantas, al favorecer la asimilación del nitrógeno y el fósforo.

De acuerdo con el propio CIGB, el Hebernem constituye un sustituto adecuado del bromuro de metilo para la desinfección de suelos en cultivos protegidos.