Las semillas: Pilar fundamental de una buena producción agrícola

Martes, 30 de agosto del 2022 / Fuente: Cubadebate / Autor: Darío A. Extremera Peregrín

El Decreto Ley 388, De Recursos Fitogenéticos para la Alimentación, la Agricultura y las Semillas, define los recursos fitogenéticos como cualquier material genético de origen vegetal de valor real o potencial para la alimentación y la agricultura.

Para la directora de Semillas y Recursos Fitogenéticos del Ministerio de la Agricultura, Yanisbell Sánchez Rodríguez, esos recursos tienen un valor incalculable.

Son custodiados en los bancos de germoplasma que hay en Cuba y en instituciones científicas que forman parte de una red coordinada por la Dirección de Semillas y Recursos Fitogenéticos del Minag y el Instituto de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt (Inifat).

En la agricultura y la biología, germoplasma es el conjunto de genes que se transmiten a la descendencia para perpetuar una especie o población.

La diversidad de recursos fitogenéticos que se conserva en los bancos está compuesta principalmente por semillas, aunque también incluye colecciones de plantas vivas y determinadas raíces o tubérculos, en dependencia de la especie.

En Cuba, el Estado siempre ha dedicado presupuesto, aun en los momentos más complicados, para la conservación de los recursos fitogenéticos, aseveró Sánchez Rodríguez.

El Decreto Ley 388, publicado en la Gaceta Oficial el 12 de agosto de 2020, regula y explica la conservación, comercialización y producción de semillas, quiénes son los actores que intervienen en esos procesos, el sistema de certificación de semillas y las contravenciones de personas naturales o jurídicas.

Empresa de Semillas de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Sánchez Rodríguez comentó que Cuba se ha destacado por tener históricamente, sobre todo a partir del triunfo de la Revolución, una determinada soberanía en la producción de semillas.

“Las instituciones científicas cubanas comenzaron a desarrollar programas de mejoramiento genético de la mayor parte de las especies que se producen en Cuba, con la idea de tener variedades e híbridos que fueran nacionales, para no depender de semillas importadas”, explicó.

Esos programas posibilitaron que el país tuviera una lista de variedades comerciales e híbridas muy amplia, que abarca todas las especies.

Para su diseño se tienen en cuenta variables como las cualidades agronómicas, el rendimiento y la resistencia en determinadas condiciones climáticas.

Según Sánchez Rodríguez, un programa de mejoramiento genético se plantea “a partir de lo que necesitas, lo que estás buscando y lo que tienes. Hay muchos métodos para hacer mejoramiento genético. Puedes cruzar dos variedades o aplicar técnicas de biotecnología para obtener cultivos transgénicos. La transgénesis es una parte de ese programa de mejoramiento, que tiene técnicas un poco más avanzadas, más novedosas, porque hay una modificación que se hace a nivel genético y molecular”.

La especialista del Minag explicó cómo funciona el programa de semillas: “Los institutos de investigación tienen la responsabilidad de patrocinar un grupo de esas variedades y producir las semillas de más alta categoría genética, una semilla de categoría básica.

“Esa semilla va después a otros esquemas de multiplicación, que en determinados cultivos se hacen a través de la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas, y en otros mediante los esquemas cerrados de producción, que tienen cultivos como caña, tabaco, café y, cacao, o los forestales”.

La semilla pasa por un proceso en el que va cambiando de categoría y es acompañada, además, por un sistema de certificación que asegura al productor condiciones de calidad y rendimiento.

La Empresa Productora y Comercializadora de Semillas, del Grupo Empresarial Agrícola (GAG), tiene una unidad empresarial de base en cada provincia y 11 biofábricas. Produce anualmente alrededor de 11 000 toneladas de semilla neta, según dijo a Granma en 2021 su director comercial, Rogelio Pupo Ávila.

Además de las empresas del sistema de la agricultura, productores especializados de semillas son reconocidos por las empresas estatales y forman parte del esquema de producción.

La directora de Semillas y Recursos Fitogenéticos del Minag destacó que la semilla es el pilar fundamental de una buena producción.

No es el único factor determinante, “pero contar con semillas de calidad garantiza una parte muy importante del rendimiento que se puede obtener. Por eso se da tanta importancia a las semillas y se trata de priorizar y mantener, dentro del sistema de producción de semillas, a las personas capacitadas que continuamente pueden ir aprendiendo y mejorando, para que las semillas realmente tengan calidad”, aclaró.

La principal dificultad en la producción de semillas –apuntó– es la carencia de determinados insumos que son determinantes.

La especialista explicó que actualmente están trabajando en la actualización del modelo de gestión de las semillas en Cuba (que incluiría una mayor participación de distintos actores), la aplicación de las 63 medidas en la agricultura y el montaje de la campaña de siembra de frío, que comenzará en unos días.

Además, intercambiarán con la Dirección de Ciencia del Minag y los institutos de investigación para revisar el estado de los programas de mejoramiento de los distintos cultivos y la conservación de recursos fitogenéticos en el país.



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